La pérdida de orina en mujeres tiene un impacto negativo importante en su vida cotidiana.

Este problema, también conocido como incontinencia urinaria, preocupa tanto a mujeres jóvenes, como aquellas que han tenido múltiples partos, o después de la menopausia.

Desafortunadamente, la mayoría de las mujeres que sufren esta afección aprenden a sobrellevar el problema sin buscar soluciones efectivas por desconocimiento o vergüenza.

Sin duda, sigue siendo un tema tabú que afecta seriamente la calidad de vida de la mujer.

¿Qué son las pérdidas de orinas en mujeres?

La fuga urinaria es la pérdida involuntaria o accidental de la orina a través de la uretra, por lo que se produce fuera de la micción normal.

Por lo tanto, se caracteriza por un total o parcial descontrol de la capacidad para expulsar la orina, así como la necesidad constante de orinar en cualquier momento.

Suele afectar a 1 de cada 4 mujeres en España, principalmente a mujeres que han tenido varios partos o partos difíciles, con casos de prolapso genital, como consecuencia de la menopausia, entre otros casos muy comunes.

¿Por qué me pasa?

Las causas de la incontinencia urinaria son muy variadas y pueden deberse a diferentes factores.

Veamos detalladamente cuáles son las más frecuentes:

Incontinencia urinaria de esfuerzo

Esta primera causa es la más común. Se caracteriza por la pérdida descontrolada de orina cuando la mujer realiza un esfuerzo físico excesivo.

Esto sucede por el debilitamiento de los músculos del perineo, por lo que puede pasar al correr o cargar algún objeto. Incluso por acciones tan simples como reír, toser o estar de pie.

Pérdida urinaria por partos múltiples

Los partos, especialmente los que han tenido complicaciones, pueden afectar al control de la vejiga, ya que los músculos del suelo pélvico y nervios de la vagina pueden debilitarse en el proceso al estirarse.

En los casos de partos de bebé con un peso mayor a los 4 kg, es posible que la madre sufra de un desgarro perineal.

El embarazo también puede provocar un cuadro de incontinencia urinaria de esfuerzo temporal, por lo que desaparece después del parto.

Menopausia

La pérdida de orina es muy frecuente en mujeres durante la menopausia, ya que durante esta etapa disminuyen el índice de estrógenos. Recordemos que esta hormona ayuda a conservar el tejido de la uretra y la vejiga en condiciones óptimas.

Pérdidas de orina por la edad

La edad conlleva una serie de cambios en el cuerpo, lo que afecta a los músculos de la vejiga. Hace que la capacidad de almacenamiento de la orina sea menor y las contracciones involuntarias de la vejiga sean más reiteradas.

Otras posibles causas de la pérdida de orina

– Infecciones: pueden provocar incontinencia si se dan en la vejiga o en las vías urinarias debido a la irritación de la zona.

– Estreñimiento: las heces duras pueden hacer que los nervios del recto estén más activos de lo normal, lo que puede aumentar la frecuencia urinaria y, por consiguiente, la incontinencia.

– Diuréticos: hay alimentos o bebidas que pueden incrementar la cantidad de orina, como el café, el alcohol, las bebidas con gas, los cítricos o los alimentos con muchas especias; lo que puede hacer que aparezca una incontinencia urinaria transitoria.

– Enfermedades del sistema nervioso, estrés, o alguna afección de salud mental.

¿Cuál es la mejor solución para este problema?

Existen varios tratamientos efectivos para dejar de tener fugas de orina. Sin embargo, cada una de ellas será más exitosa dependiendo del tipo de incontinencia diagnosticada o sus causas.

Tratamientos no farmacológicos (Pérdida de Orina Leve)

Una solución para pacientes con pérdidas de orina leves y puntuales puede ser la mejora muscular de la zona. Uno de los tratamientos más recomendados son los ejercicios de Kegel. Al realizar estos con frecuencia, se puede fortalecer y rehabilitar los músculos del suelo pélvico.

Estos consisten en contraer y relajar los músculos del suelo pélvico, como si estuvieras conteniendo la orina durante algunos segundos, y luego suelta. Se recomienda hacerlos con una duración de entre 3 a 5 segundos por contracción, unas 10 veces, tanto en la mañana, tarde y noche.

Estos ejercicios se deben completar con algunos hábitos y cambios en el estilo de vida para ver mejores resultados, tales como:

– Espaciar el consumo de líquidos a lo largo del día para reducir el número de visitas al baño.

– Reduce la actividad física intensa y asegúrate de vaciar tu vejiga antes de hacer un esfuerzo.

– Si tienes sobrepeso, intenta equilibrar el consumo de alimentos y llevar una dieta baja en grasas, pues las pérdidas de orina también se pueden deber a la presión ejercida sobre el suelo pélvico.

– Evita el estreñimiento y come alimentos ricos en fibra, así como calmar la tos crónica y dejar de fumar, ya que estos dos últimos te harán toser con mayor frecuencia.

Tratamiento con láser (Pérdida de Orina Leve a Media)

Las pacientes con incontinencia ligera a media pueden aprovechar del tratamiento con láser CO2 ginecológico. Este procedimiento mínimamente invasivo e innovador utiliza la tecnología láser para fortalecer y rejuvenecer el tejido del suelo pélvico.

Este proceso estimula la producción de colágeno, mejorando la elasticidad y firmeza de los tejidos de la zona vaginal y uretral.

Las sesiones suelen ser rápidas entre 20 a 30 minutos, con poco o ningún tiempo de recuperación y con resultas inmediatos, ofreciendo una mejora significativa en los síntomas de incontinencia en muchas pacientes.

Este procedimiento permite fortalece la uretra, evitando la fuga de líquido involuntaria con cualquier esfuerzo.

Este tratamiento tiene una duración aproximada de 2 a 3 sesiones dependiendo de cada paciente, además es posible realizar una nueva sesión de mantenimiento cada cierto tiempo.

Operación en Quirófano (Pérdida de orina importante)

Para casos más severos de incontinencia, especialmente aquellos relacionados con daños significativos en los músculos o estructuras del suelo pélvico, puede considerarse una intervención quirúrgica.

Las operaciones, como el sling uretral o la colposuspensión, buscan proporcionar soporte adicional a la uretra y a la vejiga para prevenir las pérdidas de orina.

Estos procedimientos requieren una evaluación detallada por parte de un especialista y se realizan en un entorno de quirófano bajo anestesia.

Aunque implican un período de recuperación más largo, pueden ofrecer una solución permanente para la incontinencia.

Palabras finales

Sin duda, sufrir pérdidas de orina es una condición muy embarazosa y desagradable, pero no estás sola. Este problema suele ser más común de lo que crees y es posible atacarlo con tratamientos simples.

No dejes que este malestar afecte tu día a día y consulta con tu médico de confianza para conocer la mejor solución.