El liquen escleroso es una afección en la piel que se caracteriza por presentar brotes de manchas blancas en varias partes del cuerpo.

Una de las partes en las que afecta con mayor gravedad es en la zona de la vulva, lo que genera molestias en las mujeres que lo padecen.

La buena noticia es que tiene solución, por lo que es vital acudir a un médico cuanto antes para obtener el tratamiento más adecuado y exitoso.

Pero, ¿qué es exactamente en liquen escleroso vulvar y cómo podemos curarlo? Veamos.

¿Qué es el liquen escleroso?

En primer lugar, es importante aclarar que el liquen vulvar NO es una Enfermedad de transmisión Sexual (ETS).

Se trata, pues, de una enfermedad inflamatoria  de la piel que puede provocar la unión de los labios de la vagina, así como el estrechamiento de la entrada de la vagina, hasta ocultar el clítoris.

Es por ello que puede ser muy doloroso, a lo que debemos añadir la picazón y el ardor que se produce en el área afectada (vagina y/o zona anal).

Esta afección también le puede ocurrir a hombres y niños en cualquier edad, además de las mujeres.

Podemos identificarlo por las manchas blancas que hacen que la piel luzca un poco arrugada e inflamada. En mujeres, aparecen alrededor del clítoris (labios menores y mayores), y en los hombres en el prepucio y el glande.

Pero, ¿qué causa el Liquen Escleroso?

Hasta ahora no se ha determinado la causa exacta del liquen escleroso.

Sin embargo, los especialistas consideran que pueda deberse a una serie de factores que permiten su aparición, como un sistema inmune deficiente, herencia genética, y como consecuencia de estrés, daños o irritaciones anteriores en la zona afectada.

Cabe destacar que no es una afección que pueda contagiarse a través del sexo, ni de ninguna otra manera, por lo que no tienes de qué preocuparte.

No obstante, obtener tratamiento de inmediato, es clave para evitar su evolución y una posible complicación para tu salud como el carcinoma epidermoide.

Liquen escleroso y liquen vulvar: ¿Cuál es la diferencia?

Como hemos indicado antes, el liquen escleroso vulvar se destaca por la presencia de manchas blancas en la zona genital femenina, causando picor y dolor, especialmente durante las relaciones sexuales.

Además, suele ser frecuente en niñas y en mujeres mayores de los 40 años.

Mientras que, el liquen escleroso en la piel se caracteriza por manchas irregulares de color violáceo o blanquecino en algunas zonas del cuerpo, como el pecho, hombros, o la parte superior de los brazos. También produce dolor, picazón y una textura arrugada de la piel.

¿Cuál es el tratamiento más adecuado para curarlo?

Hasta ahora, existen dos tratamientos efectivos para tratar el liquen vulvar: cremas y láser. Es importante aclarar que, desafortunadamente, el liquen escleroso no se cura definitivamente.

Por lo tanto, los tratamientos existentes solo pueden aliviar los síntomas, como veremos ahora.

El primero suele ser un ungüento (tópicos antiinflamatorios esteroideos locales) que ayuda a eliminar la textura arrugada de la piel alrededor del clítoris, recuperando su color normal. Con ello, elimina las manchas y disminuye notablemente las cicatrices.

En este caso, será necesario volver a aplicar la crema para mantener la afección bajo control, evitando que la crema entre en contacto con la zona interior de la vagina. En este sentido, es un tratamiento con una eficacia limitada, y menos práctico que otros métodos.

Por otro lado, tenemos el tratamiento con láser CO2, el cual utiliza el efecto térmico del láser para estimular la producción de colágeno, recuperando la lozanía de la piel en muy poco tiempo, y eliminando el daño. Este tratamiento no tiene efectos secundarios.

Se trata de un método mucho más efectivo y rápido, pues, dependiendo de tu condición, podría requerir entre una a tres sesiones de unos 20 minutos cada una. Suele ofrecer mejores resultados, y una mejoría notable de la piel desde la primera sesión.

Palabras finales

Muchos trastornos de la piel pueden confundirse fácilmente con el liquen escleroso, por lo que es importante consultar con tu médico cuanto antes si presentas algunos de sus síntomas.

En caso de un diagnóstico positivo, existen algunas formas exitosas de tratarlo. Tu médico sabrá cuál es la mejor para ti.