Muchas mujeres experimentan síntomas como perdidas de orina, molestias durante las relaciones sexuales o una sensación de presión en la parte baja del abdomen, sin saber que podrían estar enfrentando una disfunción del suelo pélvico.
En este artículo, hemos recopilado toda la información que necesitas conocer, desde sus síntomas, sus causas más comunes, hasta el tratamiento de disfunción del suelo pélvico y más.
Vamos a ello.
Disfunción del Suelo Pélvico, ¿Qué Señales no Debes Omitir?
El suelo pélvico es un conjunto de músculos que sostiene los órganos de la pelvis, como la vejiga, el útero y el recto. La disfunción del suelo pélvico ocurre cuando esta musculatura presenta debilidad o tensión excesiva, lo que puede provocar problemas como incontinencia urinaria, sensación de presión o protrusión, y otros trastornos funcionales.
Saber si tienes un suelo pélvico debilitado será clave para conseguir el tratamiento de disfunción del suelo pélvico más adecuado. Los síntomas pueden ser diferentes en cada persona que lo padezca.
Entre algunos de los más comunes son:
✔ Debilidad muscular directamente relacionada con las fugas urinarias involuntarias, que pueden producirse al toser, reír, correr o hacer ejercicio.
✔ Sensación de urgencia para defecar.
✔ Dificultad para vaciar completamente la vejiga.
✔ Pérdida de control intestinal o fugas fecales.
✔ Estreñimiento crónico.
✔ Sensación de protuberancia en la vagina o el recto.
✔ Dolor pélvico, que puede localizarse en el abdomen, los genitales, el periné o aparecer durante las relaciones sexuales.
✔ Disminución de la sensibilidad durante las relaciones sexuales.
✔ Dolor o dificultad al usar tampones o copas menstruales.
Si tienes uno o varios de estos síntomas, es importante que consultes a un profesional de la salud para recibir el tratamiento correcto según tus condiciones.
Ellos podrán realizar un diagnóstico preciso y guiarte hacia las opciones de tratamiento más adecuadas para tu caso.
¿Puedo Confundir Otra Enfermedad con Disfunción del Suelo Pélvico?
¡Sí! Gran parte de los síntomas relacionados con la disfunción del suelo pélvico pueden ser ocasionados por otras condiciones médicas. Es por esto que es vital recibir un diagnóstico por parte de los especialistas.
Algunas condiciones pueden confundirse con una disfunción del suelo pélvico, entre ellas:
✔ Infecciones urinarias: Pueden presentar síntomas similares, aunque suelen acompañarse de irritación, ardor y malestar al orinar.
✔ Trastornos gastrointestinales: Como el síndrome del intestino irritable o el estreñimiento crónico, que también afectan la zona pélvica.
✔ Endometriosis: Algunos síntomas pueden parecerse, pero el dolor en la endometriosis suele estar relacionado con el ciclo menstrual.
✔ Lesiones o daños nerviosos: Interfieren en el control muscular de la zona pélvica y pueden simular una disfunción.
Tratamientos para Fortalecer el Suelo Pélvico
Los tratamientos varían según cada paciente y se definen en función de la causa y la gravedad del problema. Entre las opciones más efectivas se encuentran:
Tratamientos no quirúrgicos
Una de las alternativas disponibles es el sillón EMSLIM, un procedimiento seguro y bien tolerado por la mayoría de los pacientes.
Utiliza ondas electromagnéticas para fortalecer la musculatura del suelo pélvico. No requiere anestesia ni cirugía, y cada sesión tiene una duración aproximada de 20 a 30 minutos.
Es una solución sencilla, cómoda y discreta.
Cambios en el estilo de vida
Incorporar ciertos hábitos puede ayudar a mejorar los síntomas:
✅ Realizar ejercicios específicos.
✅ Seguir una dieta rica en fibra.
✅ Evitar el esfuerzo al toser o defecar.
✅ Reducir el consumo de cafeína y alcohol.
Intervención quirúrgica
En casos más avanzados, puede ser necesaria una cirugía para reparar los órganos pélvicos desplazados, mediante el uso de mallas o cabestrillos que brinden soporte estructural.
Fisioterapia del suelo pélvico
Su objetivo es restaurar la función de la zona afectada y mejorar la calidad de vida. Esta terapia incluye técnicas como:
✅ Entrenamiento muscular personalizado.
✅ Biofeedback.
✅ Electroestimulación.
✅ Liberación miofascial.
Debilitamiento del Suelo Pélvico ¿Por Qué me Pasa?
El suelo pélvico es un conjunto de músculos y tejidos que sostienen órganos fundamentales como la vejiga, el útero (en el caso de las mujeres) y el recto.
Al igual que otros músculos del cuerpo, también puede debilitarse con el tiempo o debido a ciertos factores.
¿La causa? No hay una única respuesta, y eso puede resultar frustrante en muchos casos. Sin embargo, comprender el origen del problema es el primer paso hacia un tratamiento eficaz.
A continuación, repasamos algunas de las condiciones que pueden desencadenarlo:
Embarazo y parto
Es una de las causas más frecuentes en mujeres. A lo largo del embarazo, las variaciones hormonales y el aumento del peso del útero ejercen una gran presión sobre la musculatura del suelo pélvico.
Envejecimiento
Con el paso de los años, el cuerpo pierde colágeno, elastina y otras proteínas esenciales, lo que reduce la fuerza y elasticidad de los tejidos musculares.
Sobrepeso u obesidad
El exceso de peso genera una presión constante sobre la zona pélvica, lo que puede deteriorar progresivamente el periné.
Cirugías pélvicas
Las intervenciones quirúrgicas en la zona pélvica pueden alterar la estructura y funcionalidad del suelo pélvico, provocando debilidad o disfunción.
Tos crónica y esfuerzo abdominal constante
Tanto la tos prolongada como levantar peso de forma repetida generan una presión descendente que puede debilitar la musculatura pélvica con el tiempo.
Ejercicio físico de alto impacto
Actividades como correr, saltar la cuerda o levantar pesas implican una carga importante sobre el suelo pélvico, especialmente si no se realiza con técnica adecuada o sin acompañamiento profesional.
Menopausia
La disminución de estrógenos y otros cambios hormonales propios de esta etapa contribuyen a la pérdida de tono muscular y al debilitamiento del suelo pélvico.
Falsos Mitos sobre la Disfunción del Suelo Pélvico
Durante muchos años, esta condición ha estado rodeada de desinformación, estigmas e incluso silencio, especialmente entre mujeres que la padecen.
Lamentablemente, estos mitos han contribuido a que muchas personas normalicen sus síntomas y eviten buscar ayuda médica. Desmontemos algunos de los más comunes:
La incontinencia urinaria es normal con la edad o después del parto
❌ Falso
Ninguna pérdida involuntaria de orina debe considerarse normal. La incontinencia urinaria es un síntoma claro de disfunción del suelo pélvico y tiene tratamiento.
Los hombres no sufren disfunción del suelo pélvico
❌ Falso
Aunque es más frecuente en mujeres, los hombres también pueden experimentar debilidad en el suelo pélvico, especialmente tras cirugías prostáticas o como consecuencia del envejecimiento.
Si tuve una cesárea, no tendré problemas de suelo pélvico
❌ Falso
Aunque la cesárea evita la presión directa del parto vaginal, el embarazo en sí ejerce una gran presión sobre los músculos del suelo pélvico, por lo que el riesgo sigue presente.
Cortar el chorro de orina es un buen ejercicio para fortalecer el suelo pélvico
❌ Falso
Este es un mito peligroso. Interrumpir la micción de forma repetida puede alterar el funcionamiento natural de la vejiga y aumentar el riesgo de infecciones urinarias. Los ejercicios de Kegel son una alternativa segura y eficaz cuando están bien indicados.
Palabras Finales
La disfunción del suelo pélvico no debe reducirse a un simple “problema de incontinencia” ni afrontarse en silencio.
Reconocer los síntomas, desmontar los mitos y conocer las opciones de tratamiento disponibles es el primer paso hacia una vida más cómoda y plena.
Por eso, es fundamental comunicar cualquier síntoma al personal médico, para obtener un diagnóstico preciso y personalizado.
Estos pasos son esenciales para tu bienestar: te permitirán acceder al tratamiento adecuado, adoptar nuevos hábitos y recuperar la calidad de vida que mereces.



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